

Inés Arrimadas prometió defender a los catalanes constitucionalistas pero a los pocos meses los dejó tirados para irse a Madrid a probar suerte, aprovechándose del impulso de la victoria que había logrado. No se recuerda una traición mayor en la política española desde la recuperación de la democracia. Los treinta diputados que su partido perdió el domingo pasado, más que un resultado, fueron un veredicto.
Puigdemont prometió que… Ver Más
Source: ABC