Una lenta agonía de votaciones fallidas dejó este jueves a Estados Unidos en su tercer día de bloqueo institucional por la negativa de una veintena de republicanos rebeldes a apoyar a sus líderes. Envalentonados por su capacidad de impedir una mayoría, estos populistas se han rebelado contra el sistema bipartidista y han optado por dejar al Capitolio y a la nación sin presidente de la Cámara de Representantes, cargo que cumple labores de jefe del legislativo y que es tercero en la línea de sucesión presidencial. La sombra de Donald Trump sigue planeando alargada sobre Washington, dos años después de su marcha. Aunque el expresidente pidió a su partido que apoye al diputado Kevin McCarthy, el candidato oficial, los republicanos insurrectos se declaran más trumpistas que el propio Trump . Uno de los momentos de hilaridad de la larga jornada del jueves fue cuando el diputado Matt Gaetz, de Florida, votó por Trump en lugar de McCarthy para ocupar la presidencia de la Cámara. Aplausos republicanos se mezclaron entonces con risas demócratas, una algarabía impropia del Capitolio. Los aliados de McCarthy se movilizaron para denunciar la insensatez de sus compañeros rebeldes. Noticia Relacionada estandar Si Los trumpistas revientan la elección de su líder como jefe de la Cámara David Alandete El diputado McCarthy suma seis fracasos y el Partido Republicano queda en un estado de conmoción por un bloqueo inédito en más de un siglo Peligro para la seguridad nacional Los diputados elegidos para presidir las comisiones de Exteriores, Servicios Armados e Inteligencia afirmaron en un comunicado conjunto que la seguridad nacional está en peligro por este bloqueo. «La Administración Biden no tiene control y no hay supervisión de la Casa Blanca», escribieron los republicanos Michael McCaul, Mike Rogers y Mike Turner. «No podemos permitir que la política personal ponga en riesgo la seguridad de EE.UU.». Los rebeldes afirman por su parte que McCarthy es parte del problema, que no hay mucho que le distinga de los demócratas, que no está dispuesto a negociar y a ceder ante ellos, que sólo busca el poder , que no luchó lo suficiente cuando Trump denunció fraude electoral en 2020. Y eso a pesar de que McCarthy ha estado años cortejando a Trump, y hasta votó en contra de certificar la victoria de Joe Biden hace dos años. Mucho han cambiado las cosas bajo la cúpula del poder legislativo estadounidense desde los estertores de la presidencia Trump. Este 6 de enero se cumplen exactamente dos años del saqueo de este edificio por parte de una turba disfrazada y armada, alentada por un Trump que se negaba a aceptar su derrota, con resultado de cinco muertos. Y ahora el curso político ha comenzado con un bloqueo que no se veía aquí en Washington desde los años previos a la Guerra Civil, cuando los partidos entraban en un bloqueo insalvable por sus desacuerdos sobre la esclavitud. En aquella época, hace más de un siglo, el Partido Republicano, el de Abraham Lincoln, era el de la defensa de las instituciones y el poder del estado federal. Ahora, en la era trumpista, ha mutado en una amalgama en la que tiene cabida un reducto antisistema , que ha emprendido esta quijotesca batalla contra sus propios líderes. Nadie hubiera dicho este jueves en el Capitolio, cuando comenzaron la séptima y octava votación de presidente de la Cámara, que los republicanos ganaron las elecciones de noviembre. Pero lo cierto es que obtuvieron una decena de escaños más que los demócratas, tras dos años de poder total demócrata en el legislativo y el ejecutivo. Fue una victoria muy ajustada, sin embargo, y la prueba es que una veintena de 222 diputados republicanos puede someter a todo el país a un bloqueo durante el cual no hay forma de aprobar leyes o presupuestos. Sainete Entre votaciones, sus señorías entraban y salían del hemiciclo. Los demócratas, casi levitando, algunos cargados con bolsas de palomitas, como quien va a cine. Los republicanos, en su mayoría con gesto grave. Gaetz, el diputado que votó por Trump, dijo a un corrillo de periodistas que le perseguía: «O Kevin McCarthy se retira o le vamos a hacer una camisa de fuerza de la que no va a poder librarse». Es decir, sólo votarán por él si acepta unas condiciones durísimas que le privarán de toda independencia y le restarán poder y autoridad. McCarthy ha dicho que está dispuesto a negociar y a ceder en algunas cosas, pero de momento su estrategia parece ser repetir una y otra vez la votación, someterse una y otra vez a esta humillación, como si insistir en un mismo método fuera a dar por arte de magia un resultado diferente. Los republicanos insurrectos que le niegan su apoyo a McCarthy se declaran más trumpistas que el propio Trump Una de las estrellas de este arranque de curso judicial es el diputado demócrata Hakeem Jeffries, que ha obtenido repetidamente los votos de sus compañeros de partido de forma unánime, la primera persona de raza negra en lograr tantos votos en espacio de tan pocos días. Jeffries asume de este modo el liderazgo de su partido después de que lo haya abandonado Nancy Pelosi, que estuvo dos décadas al frente y se encargó de hacerle la oposición a Trump durante su presidencia. El jueves, ya como diputada de base, Pelosi dijo que los republicanos son «frívolos, irrespetuosos e indignos». En un momento, los republicanos rebeldes presentaron a su propia respuesta al nuevo líder demócrata. En lugar de a McCarthy votaron a Byron Donalds, un diputado republicano de Florida que también es de raza negra. «Hoy podríamos estar haciendo historia al elegir a una persona de raza negra en presidir la Cámara», dijo uno de los republicanos rebeldes, Scott Perry. Los demócratas aplaudieron, porque su candidato tenían 212 votos, frente a los 201 de McCarthy y los 17 de Donalds, el republicano alternativo. McCarthy y su equipo siguieron negociando entre votos, y prometieron mantener las votaciones tantas veces como sea necesario.
Source: ABC